GUION Y CREACIÓN DE CIRCULO DE PAZ

Participantes: Jóvenes, con el propósito de fortalecer la comunicación, la empatía y la cohesión en el grupo.
Centro: Ceremonia de Apertura: Duración: 1 min
Descripción: Se inicia con una breve ceremonia de apertura. Todos los participantes se sientan en sus sillas formando un círculo una mesa central. Se le da la bienvenida al círculo, explicando su propósito y estableciendo el ambiente de respeto y confianza. Luego, se presenta el objeto de la pieza del habla (un squishy), el cual se utilizará durante el círculo como símbolo de turnos de palabra.
Facilitador/a:
"Bienvenidos al círculo de
paz. Hoy nos reunimos para compartir nuestros pensamientos y sentimientos de
manera respetuosa. Recordemos que este es un espacio seguro, donde cada uno
puede expresar lo que siente y piensa sin temor a ser juzgado. El squishy será
nuestra pieza del habla. Cada vez que alguien tenga el squishy, podrá hablar.
Cuando no lo tenga, escuchará con atención. Comencemos con una ronda de
entrada."
Pieza del Habla:
Squishy (objeto para manipular
mientras se habla y facilita la interacción verbal).
·
Facilitador/a:
"La pregunta para iniciar
nuestra reunión es: ¿Cómo te gusta que te nombren entre el grupo de amigos y
por qué? Empezaremos la ronda con el primer participante."
· Participantes: Cada uno tomará su turno para responder a la pregunta, pasando el squishy de persona a persona.
Valores Fundacionales
Facilitador/a: "Para establecer los valores que guiarán nuestro círculo, les propongo la siguiente pregunta:
Cuando te comunicas con los
demás, ¿qué es lo que más te gusta recibir de su parte?"
Participantes: Cada uno responderá según su experiencia y lo que valore en la comunicación con los demás.
Lineamientos
Facilitador/a: "Recuerden, en este círculo practicaremos la escucha activa. Eso significa que debemos escuchar sin interrumpir y tratar de entender lo que cada uno está diciendo. También pedimos respeto en cada comentario y a cada persona, guardemos silencio cuando no tengamos el squishy, y si algún participante no quiere participar en alguna ronda, tiene todo el derecho de permanecer en silencio. Por último, recordemos que todo lo que se diga aquí debe ser tratado con discreción."
Facilitador/a: "Ahora que nos conocemos un poco más, comencemos con la primera ronda de discusión. La pregunta es: ¿Qué es lo que más te gusta cuando vienes a las reuniones?"
Participantes: Cada uno comparte lo que le gusta de las reuniones, usando el squishy para indicar su turno de hablar.
Segunda Ronda
Facilitador/a: "Continuemos con la discusión. La siguiente pregunta es:
¿Qué te gustaría mejorar en las
reuniones para hacer más placentera tu estancia?"
Ronda de Salida
Facilitador/a:
"Antes de cerrar el círculo,
me gustaría saber, ¿Qué sentimiento y/o emociones experimentas con este
círculo?"
Facilitador/a: "Para cerrar nuestro círculo, les voy a leer una pequeña historia que nos invita a reflexionar sobre lo que hemos vivido hoy."
Lectura de la historia:
"El puente de los
animales"
Había una vez un bosque encantado
donde dos grupos de animales vivían a cada lado de un río. En un lado, vivían
los castores, conocidos por su habilidad para construir diques y presas. En el
otro, vivían los conejos, famosos por sus veloces patas y su amor por las
zanahorias.
El único problema era que no
había un puente para cruzar el río, y los castores y los conejos rara vez se
hablaban. Ambos grupos se miraban con desconfianza y pensaban que no tenían
nada en común.
Un día, una gran tormenta azotó
el bosque y el río creció tanto que arrancó los arbustos de zanahorias de los
conejos y dañó las casas de los castores. Ambos grupos estaban en problemas.
Los conejos necesitaban ayuda
para recuperar su alimento, pero no sabían cómo cruzar el río. Los castores,
por otro lado, sabían construir, pero les faltaban materiales.
—¡Necesitamos un puente! —dijo
Lía, una pequeña coneja con ideas brillantes.
—¡Pero nunca hemos trabajado
juntos! —dijo Bruno, un castor muy serio.
Lía no se dio por vencida y saltó
al borde del río.
—Nosotros podemos recolectar
ramas y hojas —dijo—. Si ustedes nos enseñan cómo construir, podemos hacerlo
juntos.
Los castores se miraron entre sí
y asintieron. Nunca habían pensado en trabajar con los conejos, pero ahora
entendían que juntos podían lograrlo.
Así fue como castores y conejos
comenzaron a colaborar. Los conejos trajeron ramas fuertes y flexibles,
mientras que los castores cortaron la madera y guiaron la construcción.
Después de varios días de trabajo, el puente estuvo listo. Cuando cruzaron de un lado a otro, se dieron cuenta de que no solo habían construido un puente físico, sino también uno de amistad y cooperación. A partir de ese día, los castores y los conejos compartieron su comida, se ayudaron en momentos difíciles y aprendieron que trabajar en equipo los hacía más fuertes.
Y así, gracias a la empatía y la
cooperación, el bosque se convirtió en un lugar más unido y feliz.
Fin.
"Con esta historia, cerramos
nuestro círculo de paz. Gracias por su participación y por crear este espacio
de respeto y comprensión.
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